Capítulo LVI
KETHER
Realmente, cada uno de nosotros tiene en el fondo de
su Conciencia un ANCIANO VENERABLE, éste es el Primer Logos. Los kabalistas lo denominan
Kether.
El Anciano de los Días es andrógino, es decir, hombre
y mujer al mismo tiempo. La primera y última síntesis de NUESTRO SER. EL
ANCIANO DE LOS DÍAS es la primera emanación terriblemente Divina del Espacio
Abstracto Absoluto.
El Anciano de los Días es original en cada hombre, y
es el Padre; hay tantos Padres en el Cielo como hombres en la Tierra.
El Anciano de los Días es lo Oculto de lo Oculto; la
Misericordia de la Misericordia; la Bondad de las Bondades; la raíz de nuestro
Ser; el "Gran Viento".
La cabellera del Anciano de los Días tiene 13 bucles.
Si sumamos entre sí tendremos 1 + 3 = 4; 1 es el Principio Masculino, Fuego; 2
es el Principio Femenino, Agua; el 3 es el Hijo de la Creación más la Unidad de
la Vida es igual a 4, éste es el Santo TETRAGRAMMATON. Este es el nombre del
Eterno IOD-HE-VAU-HE.
La barba del Anciano de los Días tiene 13 mechones.
Esa barba representa el Huracán, los 4 Vientos, el Soplo, la Palabra. Los 4
Vientos son: IOD-HE-VAU-HE.
El Arcano 13 es el Anciano de los Días. Sólo venciendo
a la Muerte podemos encarnar al Anciano de los Días. Las pruebas funerales del
Arcano 13 son más espantosas y terribles que el Abismo.
Para realizar el Anciano de los Días en nosotros
mismos, tenemos que realizar totalmente dentro de nosotros mismos el Arcano No.
13.
Necesitamos una Muerte Suprema y una Suprema
Resurrección para tener derecho a encarnar al Anciano de los Días: sólo aquel
que lo encarna tiene derecho a vestir internamente la cabellera y la barba del
Venerable Anciano.
Sólo en presencia de los Ángeles de la Muerte, después
de salir victorioso de las pruebas funerales podemos encarnar al Anciano de los
Días. El que lo encarna es un "Viejito" más en la Eternidad.
El Mantram PANDER nos permite llegar hasta el Anciano
de los Días. Esto es posible con la Meditación Profunda. En el Mundo de Aziluth
hay un Templo maravilloso donde se nos enseña la majestuosa presencia del
Anciano de los Días. El Anciano de los Días mora en el Mundo de Kether, el Jefe
de ese Mundo es el Ángel METRATON. Ese ángel fue el profeta Enoch, con su ayuda
podemos entrar al mundo de Kether, el discípulo que quiera penetrar en Kether
durante sus estados de Meditación Profunda, rogará al Ángel METRATON y será
ayudado.
La Diosa Azteca de la Muerte, tiene una corona de 9
cráneos humanos. La corona es el símbolo del Anciano de los Días. El cráneo es
la correspondencia microcósmica del Anciano de los Días en el Hombre. Realmente
necesitamos una Suprema Resurrección para realizar al Anciano de los Días en nosotros
mismos.
En el Mundo de KETHER comprendemos que la Gran Ley
rige todo lo creado. Desde el Mundo del Anciano de los Días vemos las
multitudes humanas como hojas arrastradas por el viento.
EL GRAN VIENTO es la Ley terrible del Anciano de los
Días. "Vox populi, vox Dei". Una revuelta social contemplada desde el
Mundo del Anciano de los Días, es una Ley en acción. Cada persona, las
multitudes enteras parecen hojas desprendidas de los árboles, arrasadas por el
"Viento" terrible del Anciano de los Días.
Las gentes no saben de estas cosas. Las gentes sólo se
preocupan por conseguir dinero y más dinero. Esa es la pobre humanidad
doliente, míseras hojas arrastradas por el Gran Viento. Míseras hojas llevadas
por la Gran Ley.
El Anciano de los Días es nuestro Ser Auténtico en su
raíz esencial. Es el Padre en nosotros. Es nuestro verdadero Ser. Nuestros
discípulos deben ahora, concentrarse y meditar muy hondo sobre el Anciano de
los Días. Durante la Meditación deben provocar el sueño.